En el corazón de la industria petrolera argentina, donde el petróleo fluía como sangre vital a través de tuberías y refinerías, existía una institución que unía a los trabajadores en un lazo de solidaridad y apoyo mutuo: la Asociación Mutual del Personal de YPF. Esta entidad se convirtió en un refugio para los empleados de YPF, brindándoles asistencia social, financiera y cultural.

La sede de la Asociación, era un lugar de encuentro y camaradería. En su interior, se encontraban consultorios médicos, una biblioteca, una sala de juegos y un auditorio donde se organizaban eventos culturales y sociales.

Uno de los servicios más apreciados por los miembros era la Caja Mutual, una entidad financiera que ofrecía préstamos a tasas preferenciales, seguros de vida y planes de jubilación. La libreta de ahorrosFilial La Plata, de la década del 70 que se ve en la imagen, es un pequeño libro de tapa dura con páginas amarillentas, símbolo de seguridad y estabilidad para los trabajadores y sus familias.

La Asociación también organizaba actividades recreativas y deportivas, fomentando el espíritu de equipo y la convivencia entre los miembros. Los torneos de fútbol, los campeonatos de ajedrez y las excursiones a la playa eran momentos de diversión y esparcimiento para los trabajadores y sus familias.

A lo largo de los años, la Asociación Mutual del Personal de YPF se convirtió en un pilar fundamental para los empleados de YPF, brindándoles apoyo en momentos de necesidad y enriqueciendo sus vidas con actividades sociales y culturales. Su historia es un testimonio del poder de la solidaridad y la cooperación, y un recordatorio de que juntos podemos construir un futuro mejor.