En el año 1904 se inauguró en terrenos portuarios "La Plata Cold Storage", primer establecimiento dedicado al congelamiento de carnes. Luego, en 1907, se convertiría en el Frigorífico Swift. En 1915, comenzó a funcionar el frigorífico Armour.

Los Frigoríficos Swift- Armour, en el puerto de Berisso, no eran simplemente edificios, sino un corazón palpitante que bombeaba vida a toda una ciudad. Sus paredes de ladrillo, ahora testigos silenciosos del paso del tiempo, resguardan historias de esfuerzo, esperanza y camaradería.

Imaginen el bullicio, el silbido de las máquinas, el eco de las voces de miles de trabajadores, el olor a carne recién procesada mezclándose con el aroma del río. Desde tempranas horas, hombres y mujeres de diversas nacionalidades se congregaban en sus puertas, inmigrantes que habían cruzado el océano en busca de un futuro mejor.

Dentro, las jornadas eran arduas, pero el espíritu de lucha y la solidaridad obrera creaban un ambiente único. Las manos callosas trabajaban al ritmo de las cadenas de producción, mientras las historias de vida se entrelazaban en los pasillos y comedores. El Swift-Armour eran más que un lugar de trabajo; era un hogar, una comunidad, un refugio.

Las sirenas anunciaban el final de la jornada, y el cansancio se mezclaba con la satisfacción del deber cumplido. Las familias se reunían en los barrios obreros, donde el eco del Swift-Armour resonaba en cada rincón. Las mesas se llenaban de comida, y las conversaciones giraban en torno a las experiencias del día, los sueños de un futuro próspero y las luchas por los derechos laborales.

Pero el tiempo, implacable como siempre, dejó su huella. Las máquinas se detuvieron, el bullicio se apagó, y el silencio invadió los pasillos. El Swift-Armour, como un gigante dormido, quedó sumido en el letargo, pero su legado perdura en la memoria de Berisso.

Hoy, al recorrer sus ruinas, se puede sentir la presencia de aquellos que lo hicieron grande. Sus voces, sus risas, sus lágrimas, resuenan en cada rincón, recordándonos que el Swift-Armour fueron mucho más que un frigorífico; fue el símbolo de una época, el motor de una ciudad, el hogar de miles de almas que encontraron en sus paredes un lugar para construir sus sueños.

Fuente:

Sitio Web Municipalidad de Berisso