La Usina Hidráulica del Puerto La Plata construida en 1890 y ubicada en Berisso, patrimonio industrial de nuestra ciudad, es una obra realizada por el Ingeniero G Luther, frente al puerto. Es un edificio histórico que se encuentra en estado de abandono. El sistema constructivo y lenguaje arquitectónico fue pergeñado a mediados del siglo XIX por los ingleses y exportado al mundo. Está realizado con piezas íntegramente construidas en taller. Tanto en su estructura como en sus cerramientos, el acero ha reemplazado al hierro fundido. Este, por entonces novedoso, sistema constructivo se manifiesta en el exterior con un depurado lenguaje.

Fue construida como parte del proyecto de la ciudad de La Plata, con el objetivo de proveer energía a las actividades productivas y al puerto, y refleja la importancia del puerto en el modelo agroexportador de la Generación del 80. Fue un símbolo de la pujanza de la ciudad y de la llegada de inmigrantes y tecnologías europeas.

Un eterno vagabundo, se cuela entre los ladrillos desmoronados de la Usina Hidráulica. Un lamento sordo, una melodía espectral, resuena en los pasillos vacíos. La luz del atardecer, pálida y melancólica, se filtra por los cristales rotos, pintando sombras alargadas y fantasmales sobre el suelo polvoriento.

El Edificio, mudo testigo de un pasado glorioso que se ha ido para siempre. El silencio, denso y opresivo, ha reemplazado el zumbido vibrante de la maquinaria. Las paredes, desnudas y agrietadas, revelan la crudeza del tiempo. El musgo, un manto verde y húmedo, se aferra a los ladrillos, como un recordatorio de la vida que persiste en medio de la desolación. Las ventanas, ojos ciegos que alguna vez reflejaron la actividad febril del puerto, ahora miran hacia el horizonte con una tristeza infinita.

El río, compañero silencioso de la usina, murmura su canción eterna. Sus aguas, que una vez impulsaron la maquinaria, ahora lamen las bases de la estructura abandonada, como un susurro de despedida. El viento, incansable narrador de historias olvidadas, continúa su danza entre las ruinas, llevando consigo los ecos de un pasado que se desvanece lentamente.

Fuente:

Sitio Web Municipalidad de Berisso