Raúl Filgueira se convirtió en una referencia ineludible al hablar de la historia de Berisso. Por haber sido ciudadano ilustre y primer comisionado de esa ciudad y por su notable tarea como escritor, pero más aún por su honestidad y hombría de bien.

Hijo de inmigrantes, de padre español y madre uruguaya, Raúl nació el 14 de septiembre de 1917 en una casa de la vieja calle Resistencia, y fue el menor de 15 hermanos. Tiempo más tarde recordaría que aquel era uno de los lugares más bajos de Berisso, lo que exponía a su casa a las constantes crecidas del río.

Cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº35 (actual Escuela Nº2) y a los 17 años consiguió su primer empleo: siguiendo los pasos de su padre, fallecido poco tiempo antes, ingresó a trabajar al frigorífico Swift, en el que comenzó oficiando de mensajero y se retiró en 1964 como supervisor.

Con el correr de los años, y mientras comenzaba a despuntar su pasión por la literatura y los deportes, Raúl Filgueira empezó a involucrarse activamente en la vida social de su ciudad.

Así, fue uno de los impulsores de la autonomía de Berisso, que tras arduos debates y reuniones terminó aprobándose el 3 de abril de 1957 por medio de un decreto provincial. El gobierno bonaerense dictaminó, además, que debían proponerse tres candidatos para el cargo de comisionado, honor que finalmente recayó en él. Un año más tarde, y tras una fructífera tarea, Filgueira le traspasó el mando al primer intendente electo de Berisso, Edgar Aschieri.

Tras su paso por la función pública, Raúl regresó al trabajo en el Swift, lo que despertó la admiración de sus compañeros. También colaboraría en la fundación de la Cooperativa de Crédito de Berisso, donde se desempeñó durante casi una década, y hasta trabajó en el monte, cortando leña para la venta.

Raúl Filgueira, ha escrito numerosas obras líricas, narrativas, dramáticas y ensayísticas, como así también colaboraciones en diarios y revistas, que le han valido la obtención de medio centenar de premios y distinciones de carácter local, provincial y nacional.. Su temática ha estado casi siempre ligada con su ciudad natal y su región, constituyéndose así en un testimonio de la vida de generaciones de berissenses a través de la pintura de sus historias, sus voces, sus paisajes. Dueño de una inagotable energía, su actividad ha trascendido con creces el campo de la literatura, para abarcar toda la vida institucional, cívica, social, cultural y deportiva de Berisso, a través de su activa participación en numerosas instituciones.
Amante de los deportes, jugó al fútbol y supo integrar destacados equipos de Berisso, como en el club Swift, La Estancia, Estrella de Berisso o Villa San Carlos.

Entre sus obras publicadas se destacan “Desde Berisso Canto” (poesías), “Los Batracios de Fuego”, “Desde Berisso Cuento”, “Cuando los Bikákeros Descendieron en La Balandra” (Narraciones) y “Berisso, datos históricos” (ensayo). El libro “Música y Musicantes de Berisso . Gran parte de su obra, sin embargo, permanece aún inédita: la pieza teatral “La fisura”, la comedia musical “Tierra de Bagliardinos”, los ensayos “José Hernández y una interpretación del Martín Fierro” y “La inmigración italiana en Berisso”, la novela “La otra orilla” o los “Cuentos cristalinos”, forman parte de este material que espera su publicación. Siempre transitó la vida apasionadamente y soñando con nuevas obras.

Su fallecimiento, el día 7 de Julio de 2011, causo un gran pesar en la comunidad Berissense.

Momentos de intensa emoción se vivieron a la hora de decir adiós a don Raúl. Uno de los picos emotivos lo aportó la lectura de una carta redactada por el grupo de amigos de La Estancia, ámbito en el que Filgueira tenía una especie de segundo hogar.

La que sigue es la transcripción de dicha pieza:

“Hoy estamos aquí, los amigos de La Estancia, para rendir tributo junto a la familia de Ana Kotik y Raúl Filgueira, a un paso celestial, que el Poderoso Divino dio la Venia Bendita para que Raúl y Ana pasen a la inmortalidad… Y es por eso que no partieron, solamente dieron un Paso Sagrado para estar junto a nosotros.
Somos conscientes que no son de otro mundo… Son de aquí, de esta bendita tierra, de este hermoso país, de este pujante Berisso.
También sabemos que no les fue ni más fácil ni más difícil que a los demás… Lucharon, trabajaron codo a codo y pusieron todo su amor y bondad en pos de la familia… Cuántas mañanas o tardes compartieron un mate con “doña alegría” y a veces con “doña amargura”, pero qué va, con esta tremenda Fe y Amor cambiaron la yerba y una amargura no era nada cuando hay una familia y un porvenir, un himno de amor y un tibio hogar que cobije la unión de una pareja.
Querido Raúl, ya estás junto a Ana y ese flaco paquete que dejaste en la mesa de luz de Ana, apenas un poema, tan modesto como esa yerbera que presenció esclarecidas charlas sobre los hijos y los nietos y las cosas diarias de una vida honorable.
Gracias Ana, Gracias Raúl, por lo que ustedes representan para los amigos, para los familiares, para sus cuatro hijos y esa hermosa y valiosa estirpe y linaje de nietos que Dios con amor les dio”.

Este sitio agradece a Don Raúl su noble espíritu y dedicación por su querida ciudad de Berisso, transmitiendo con énfacis sus obras, que por su valor documental y humano, merecen ser tomadas como ejemplo de dedicación a la invalorable tarea de defender y revalorizar nuestra cultura.